-El origen de los dones del Espíritu, corresponde a su propósito.
-El Espíritu Santo es la fuente de los dones y es quien los reparte soberana y gratuitamente.
-De manera que el hecho de que el creyente tenga dones espirituales descansa en la voluntad del Espíritu.
-Dichos dones no son recompensas dadas a l creyente por algún esfuerzo o mérito propio.
-Además del hecho de que nosotros y nuestros esfuerzos no son la fuente final de los dones.
-Los dones están dirigidos hacia otros y en particular el Cuerpo de Cristo.
El apóstol Pablo explica:
“… pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”
1Corintios 12:7.
“Así que quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación”
1Corintios 14:5.
Es interesante que Pablo, identifica los dones pero en realidad no presenta ningún método para averiguar cuál es el que poseemos. Se da por sentado que los hermanos saben qué don tienen. Además se afirma por medio de la enseñanza del capítulo 13 que el amor es la mejor manera para usar los dones. Cuando los dones se usan para compararnos y menospreciar a otros estamos negando el propósito para el cual fueron otorgados. Ahora, sin dudas, el que ejerce un don recibe bendición espiritual para sí mismo. No obstante, el enfoque de los dones es la edificación del cuerpo y junto con esto debemos buscar el crecimiento espiritual. La iglesia de Corinto es el ejemplo por excelencia de una iglesia dotada abundantemente que necesitaba madurar y utilizar su plenitud de dones para el bienestar de otros creyentes.
Hay varias preguntas que salen a relucir cuando consideramos la diferencia entre un talento y un don espiritual.
1- En primer lugar, no debemos confundir “talento” con su uso en la parábola de los talentos. Allí textualmente se refiere a una medida de dinero en la cultura de los tiempos bíblicos y simbólicamente de todos los recursos, incluyendo los talentos naturales, pero no solo estos, que Dios nos ha dado para invertir usándolos como buenos mayordomos para su gloria.
2- En segundo lugar debemos reconocer que tanto los talentos como los dones espirituales provienen de Dios, pero no en la misma forma. Los talentos surgen naturalmente en las personas a base de su personalidad única, providencialmente preparada por Dios. Esto es, nada está fuera del plan de Dios incluyendo la diversidad de personas que han nacido y que han de nacer. Asi, los talentos provienen del nacimiento natural como Dios lo determinó en su plan. Pero los dones espirituales tienen conexión con nuestro nacimiento sobrenatural y son recursos espirituales repartidos por el Espíritu Santo a fin de que nosotros ayudemos a otros creyentes.
Así, los dones espirituales nos llevan más allá de nuestras habilidades naturales no importa cuán impresionantes sean o cuan talentosos seamos.
Por fin podemos usar nuestros talentos preparados providencialmente por Dios para ejercer, enriquecer y extender el uso de los dones espirituales sobrenaturales que el Espíritu nos ha otorgado de acuerdo a su santa, perfecta y amorosa voluntad. Hay iglesias que desaniman a las personas en el uso de sus talentos naturales calificándoles de “mundanos”. Pero ¿Por qué no santificar esos talentos y usarlos para la gloria de Dios tanto en la evangelización como la edificación? ¿No es eso un uso sabio de los recursos de Dios nos ha dado? En resumen todo lo bueno que tenemos viene de Dios y lo debemos usar como buenos mayordomos para su gloria, para la edificación de otros y por cierto, para nuestro bienestar espiritual.
Hay cuatro pasajes en el Nuevo Testamento que hablan acerca de los dones. Si recordamos los números 12 y 4 entonces solo tenemos que aprender los libros en que aparece la enseñanza:
Romanos 12 Efesios 4
1Corintios 12 1Pedro 4
En sus Epístolas a los romanos y a los Corintios Pablo enumera los siguientes dones:
En Romanos:
Profecía
Servicio
Enseñanza
Exhortación
Repartir (repartimiento)
Presidir
Misericordia
En Corintios:
Palabra de sabiduría
Palabra de ciencia
Fe
Dones de sanidades
Milagros
Profecía
Discernimiento de espíritus
Diversos géneros de lenguas
Interpretación de lenguas
En 1Corintios 12 habla de apóstoles:
Profetas
Maestros
Milagros
Los que sanan
Los que ayudan
Los que administran
Don de lenguas
Cuando llegamos a su Epístola a los Efesios Pablo enfoca los dones en el contexto de hombres dotados dados por el Señor Jesucristo a la iglesia y quienes tienen la función de capacitar a otros creyentes para realizar el ministerio y ayudar a la iglesia a alcanzar la madurez:
Apóstoles
Profetas
Evangelistas
Pastores
Maestros
Por fin en 1Pedro encontramos más bien una exhortación/aliento a que cada creyente utilice sus dones:
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”
1Pedro 7:7-11.
Los dones singulares son sanidades, milagros y lenguas. Estos atraen la atención que cualquier otro don.
Eruditos que creen en la inherencia de las Escrituras, la Santa Trinidad y la salvación por fe sola en Jesús difieren en su enfoque acerca de estos dones.
Con referencia a esta cuestión podemos establecer algunos principios que nos ayudan a evaluar los diversos puntos de vista y las diferentes experiencias que se reportan en iglesias y entre individuos:
1- Debemos examinar todo a la luz de los estándares de las Escrituras. Como ejemplos tenemos:
a- sanidades contemporáneas que no se conforman al patrón bíblico en el cual la sanación era instantánea, completa, no progresiva, e incluía enfermedades y condiciones orgánicas como la ceguera de nacimiento.
b- Personas que reclaman ser profetas de Dios y a la vez proclaman cosas que no son verdad o que no llegan a cumplirse un ciento por ciento en contradicción a los estándares bíblicos de Deuteronomio 13: 1-5; 18: 20-22 y 1Samuel 3:19.
c- En muchas iglesias tratan que todos hablen en lenguas cuando las Escrituras afirman que no todos las hablan:
“… ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?”
1Corintios 12: 30b, c.
Nota: La forma griega de la pregunta demanda un “no” como respuesta.
2- Todo don que resulta ser el genuino descrito en las Escrituras debe ser practicado de acuerdo con normas prescritas en las mismas. Como ejemplo contrario y contemporáneo la práctica de hablar en lenguas muchas veces no se conforma a los estándares especificados en la Epístola a los Corintios:
“Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay interprete, calle en la iglesia, y hable para si mismo y para Dios”
1Corintios 14: 27-28
3- Los dones no deben usarse para la auto exaltación, para excluir a otros creyentes o como prueba de madurez cristiana. Por fin, el tema de los “dones singulares” trata de habilidades dadas por Dios a los hombres y no de su poder en si. Esto es, uno puede creer que Dios sana en respuesta a la oración o a la acción de llamar a los ancianos para que lo unjan y oren por el enfermo y no reconocer que Dios está dando ese don particular a los creyentes contemporáneos. Por ejemplo Billy Graham afirma que el don de hacer milagros tuvo sus propósitos especiales cuando se produjo y que hoy en día dicho don no está presente en la iglesia. Pero, esto no quiere decir que Billy Graham no crea que Dios pueda hacer milagros cuando él quiera. De manera que debemos tener cuidado en juzgar a otros creyentes y en aceptar cualesquiera expresiones en la adoración sin coitar con la enseñanza escritural.
