El Rey de la mentira


Satanás el rey de al mentira.
Me parece bueno hablar de algunas de las más habituales mentiras de Satanás, son casi perfectas a tal grado que en verdad debemos estar atentos.
Al decidir seguir a Cristo, Satanás sabe que te ha perdido, pero intentará hacerte tropezar a como dé lugar. Así que no está de más conocer algunas de sus tretas, sabiendo que ya nunca estarás solo en el camino.

Algunas de las mentiras “casi perfectas” son:
1. Mentira: Debes hacer cosas por Dios.
Satanás intentará animarte a hacer cosas para agradar a Dios. Recuerda que a Dios no le sirven tus buenas obras, solo quiere que “creas” en Él.
Dios no quiere ni siquiera un sacrificio tuyo, por que el verdadero y único sacrificio ya fue hecho por Jesús.

2. Mentira: Satanás ya no tiene poder.
Otra es nuestra actitud con respecto de Satanás y así como no debemos ignorarlo como si no existiera, tampoco debemos obsesionarnos con el tema. Debemos ser consientes que es nuestro enemigo. Ju. 8:44

3. Mentira: Satanás es poderoso.
Quiere hacernos creer que él tiene más poder que nosotros en Cristo. Satanás nos dice que hay algo en nosotros que no podemos vencer y que debemos investigar si hay un demonio viviendo dentro de nosotros. Con esto lo única que busca es reclamar mayor atención de la que le damos a Dios, para solucionar una supuesta posesión demoniaca.
Si Satanás fuera tan poderoso como para tomar posesión de cualquier creyente, podía poseer a cualquiera y darle ordenes destructivas y hacer todo un caos mundial.
Un espíritu maligno no puede habitar en una persona que tiene al Espíritu Santo.
Recuerda “Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. 1Jn.4:4.
Esto no quiere decir que no suframos de opresión, pero esto es muy diferente y la única manera de hacerles frente es permanecer con Cristo momento a momento.
Vea: Hechos 26:18
Romanos 6:6,13; 8:14; 8:23; 12:1
1Corintios 3:6; 6:11; 6:19-20; 10:20-21
Gálatas 6:8
Colosenses 1:13-29
2Timoteo 4:18
Hechos 2:14
1Pedro 1:5
1Jn 5:18

4.  Mentira: Debes esforzarte por ser hijo de Dios.
Satanás nos venderá otra mentira muy usual y es el “esforzarnos” por ser lo que ya somos.
No debemos hacer nada. Si somos Santos es por el poder de Cristo en nosotros y no por nosotros mismos, somos carne, pero eso no nos obliga a vivir de manera carnal, vivimos en Cristo. Satanás no quiere que nos demos cuenta todo lo que somos en Cristo, por que al hacerlo el esta derrotado y pierde a aquellos a los que se ha esforzado por mantener cautivos. La gran verdad aquí es no tenemos por qué vivir una vida carnal, ni someter nuestra voluntad a Satanás, porque podemos elegir “permanecer” en Cristo.

5. Mentira: Debo sentir a Dios todo el tiempo.
La tercera mentira más común de Satanás es que pretende que creamos, que solo “sintiendo” podemos establecer la realidad del vínculo con Dios. Satanás ha vendido la idea entre muchos de nosotros que solo estamos seguros de la salvación eterna si sentimos o pasamos por manifestaciones como visiones, encuentros con Dios y grandes manifestaciones sobrenaturales.
Lo único que pretende Satanás en sembrar la duda si nacimos o no nacimos a una nueva vida y a ratos se lo facilitamos mucho porque estamos expectantes no solo de manifestaciones, sino de resultados. Y cuando no hay ni lo uno ni lo otro, empezamos a dudar.
Dios dice de manera simple y contundente que solo necesitamos “creer para ser salvos”. Juan 3:16
No habla si crees luego yo me manifestare y te hare ver cosas mágicas y pasar por experiencias místicas. Noooooooooooooo.
Nuestra unidad con Dios la da la “fe” y la fe es la convicción de lo que no se ve. Además que Dios tiene un tratamiento muy diferente para cada uno de sus hijos, no porque tenga favoritos, sino porque somos diferentes uno de otro. Y necesitamos diferente trato.


6. Mentira: Tu problema son los demás y no mantenerte en Cristo.
Otra de sus tretas es hacernos pensar que nuestro problema está en la falta de comunicación con quienes nos rodean, bien sea nuestro esposo, hijos, jefe…
Pensamos que si lográramos hacer entender a estas personas de lo erradas que están, lograríamos un acuerdo. En este empeño defendemos a tal punto nuestra manera de ver el problema que le recalcamos a los demás sus defectos, logrando solamente agravar la circunstancia por qué hacemos énfasis en el problema y no en la solución.
“Ninguno encontrara liberación en otra fuente que no sea Cristo”.
Así que en lugar de emprender grandes confrontaciones, lo que debemos hacer es guiar la atención nuestra y de los demás al Salvador. Y en caso de que quienes te rodeen no den debido crédito al Salvador, solo “permaneciendo” en Cristo podrás obtener resultados y mover corazones.

Tu problema no son las circunstancias que te rodean; ellas solo son el síntoma de la falta de permanencia en Cristo.
Tu único problema es “no permanecer”. Tu único objetivo debe ser “permanecer” porque de ahí saldrá la solución.
Permanecer:
Permaneced en mi, y yo en vosotros. Como él pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer.
El que en mi no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secara; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
           (Juan 15:4-7)


7. Mentira: Vivir con Dios trae dolor y perdida.
Satanás nos lleva a pensar que la vida con Cristo trae dolor y pérdida, cuando la realidad es todo lo contrario.
Normalmente en nuestra renuncia, nos quedamos con “algo” que no queremos soltar de nuestra vida pasada. Para cada persona es diferente, puede ser un antiguo ídolo; algo que en el pasado nos brindó satisfacción y que no queremos soltar y es esto de lo que se agarra Satanás para hacernos perder la oportunidad de tener una vida plena en el Señor.
Tal vez estés esperando que otros se rindan primero, porque temes que si tomas la iniciativa serás el blanco perfecto de muchos ataques y criticas.
Nunca podremos  practicar el perdón total, amor sumisión y respeto para con otros que el Señor nos pide si lo hacemos con base en las actitudes de los demás.
Debemos perdonar porque fuimos perdonados y no porque alguno merezca ser perdonado.

“El solo pensamiento de que otro no merece ser amado a causa de su conducta es propio del infierno y demoniaco”.

Así como Jesús encontró el gozo aun sabiendo que la cruz le esperaba,(Hechos 12:2) asi debemos renunciar a aquello que nos está quitando la oportunidad del gozo y si le da a Satanás poder sobre tu vida.

Suéltate tranquilo en brazos de tu Padre celestial y disfruta del verdadero gozo.

8. Mentira: Ya logré la meta.
Una mentira muy frecuente en algunos personajes es creer que ya consiguieron la madurez espiritual.
Creen haber llegado a la cima, lo que les hace sentir superiores a otros y dormirse en los laureles creando en su actitud confiada y desentendida la oportunidad perfecta para que Satanás lo aparte de nuevo de la luz.
Espiritualmente nos formamos momento a momento, pero es algo como el alimento diario, necesitamos comer todos los días para  no morir.
Una persona que no acepta instrucción, es carnal. Cuando creemos haber alcanzado la cima espiritualmente, nos cerramos a la enseñanza y a las manifestaciones de otros creyentes de dones otorgados por Cristo.
“Queremos vida, no conocimiento. Cuando esta es la actitud, Dios revelara lo que necesitemos saber en el momento en que necesitemos saberlo y con el conocimiento vendrá vida y poder”.
Satanás sabe que es más fácil lograr su cometido, actuando en las emociones, que en la mente. Es por eso que guiarnos de la emociones tiene tanto riesgo.
Satanás utiliza los recuerdos del pasado para robarnos la tranquilidad y distraernos en nuestra comunión con Dios.
Hace que volvamos al pasado y volvamos a sentirnos afligidos por algo que ya paso, seguimos con nuestras cosas diarias, pero nos sentimos deprimidos y es difícil establecer ¿por qué?
Cuando te sientas deprimido y no le encuentre razón, rechaza estos sentimientos, porque solo son fruto de Satanás queriendo robarnos la tranquilidad.

9. Mentira: Esto no funciona.
Cuando tomamos la decisión de vivir en Cristo, las circunstancias y personajes que rodean nuestra vida, lamentablemente no cambian. Vivimos en el mundo y al convivir con personas que no están en la misma sintonía espiritual que nosotros, vienen muchos ataques de enemigo. Sin darnos cuenta nuestro testimonio de vida afecta a quienes nos rodean y aun no se han decidido a vivir en Cristo, somos como sal en una herida.
Lo duro en este caso es que las circunstancias que se generan crean reacción en seres que para nosotros tienen alguna relevancia, bien sea familiares, amigos, compañeros de trabajo, jefe, etc.
No dejes que el enemigo te haga sentir fatigado cuando surjan conflictos, por que el hecho de que surjan, quiere decir que de cierta manera estas tocando corazones.
Ten cuidado de no señalar a nadie, no te olvides de donde saliste y que fuiste igual o peor que aquel que hoy señalas.
Esto es bien difícil, pero en Cristo se puede.
A mí me cuesta bastante soportar muchas de las actitudes que surgen de mis seres más cercanos; me siento en ocasiones tan ofendida que la verdad me doy cuenta de lo mucho que Dios nos ama por que nos da cuanta oportunidad necesitemos y siendo tan duros. Es imposible para la mente humana contemplar en su totalidad este amor que sin duda, nosotros no podemos, aun que quisiéramos ofrecer; tan solo en el momento a momento con Cristo, podemos lograr sobrellevar a los demás y por la “gracia” de Dios no debemos dar la espalda a otros creyentes.
“De gracia recibiste, dad de gracia”. Mateo 10:8
Así que cuando Satanás te tiente a criticar a alguien, a pisotearlo o desecharlo, vuelve los ojos a Cristo y recuerda que tú también necesitaste más de una oportunidad.
10.         No Necesitamos trabajar.
La vida de Cristo dentro de nosotros es siempre activa. Debemos permitirle a Cristo que se exprese a través de nosotros y eso en la pasividad poco o ningún fruto puede tener. Lo único que debemos cuidar es de no querer hacer cosas para nosotros poder brillar, el único que debe ser exaltado es Dios.
Si bien existen épocas de nuestra vida en las que debemos ser edificados y fortalecidos, esto no tiene otro objetivo que el prepararnos para trabajar para Dios. Somos sus representantes y si no nos movemos, la fe  se perderá y es solo la fe la que vence todos los obstáculos. La fe es el poder que está dentro de nosotros. No le permitamos a Satanás ahogar nuestra fe con la inactividad.
Los tiempos de Dios no son los nuestros y se toma diferente tiempo para formar a cada persona, pero no esperemos a sentirnos preparados totalmente, nunca lo estaremos.
Recuerda que cada uno tiene dones diferentes y tu puedes aprender a usar el tuyo, poco a poco, como cuando empezamos a caminar y no lo hacemos precisamente en un día, pero de igual manera nos ejercitamos todos los días, hasta que caminar no es tan difícil.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?
           (Romanos 8:31)