LECCION 4
1- El tema de “una o dos naturalezas” ha ocasionado controversia en la Iglesia. Lea los siguientes pasajes y haga algunas observaciones: Romanos 6__8; Gálatas 5: 16-26; Efesios 3: 14-21; 4: 17-24; Colosenses 3:1-11. Explique el enfoque del texto al respecto y su punto de vista con respaldo Bíblico.
-Hemos muerto al pecado con Cristo en la cruz y si antes éramos esclavos del pecado, ahora somos siervos del Señor en su justicia. No puede ni debe el pecado vivir en nuestro cuerpo mortal. El fruto de los pecados cometidos nos da vergüenza y del pecado solo muerte podíamos esperar. Ahora somos libres y el fruto es la santificación y su fin la vida eterna.
Hemos muerto a la ley, por la muerte de Cristo y ahora le pertenecemos en su resurrección.
En nosotros esta el pecado y la debilidad, según lo dice la ley, pero no porque la ley sea mala, sino porque ella nos recuerda la verdadera naturaleza del hombre.
Pero al estar con Cristo, andamos en el Espíritu, que nos hace libres y nos libra de la muerte del pecado.
El ocuparse de las cosas de la carne es muerte y el ocuparse de las cosas del Espíritu es paz y vida.
Los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios y se guían no por su cuerpo que es pecado, sino por su Espíritu que es libertad.
Hemos de esperar en lo que no vemos, porque de lo que vemos no hay nada que esperar.
El Espíritu nos ayuda en la debilidad, porque él si sabe lo que necesitamos en verdad.
A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien.
¿Si Dios está con nosotros, quien contra nosotros?
Somos criaturas imperfectas, comprometiéndonos ante un Dios perfecto. Es el Espíritu Santo, quien obra con nosotros, quien ora por nosotros cuando no sabemos que pedir y nos hace consientes de ser hijos de Dios.
Nada nos podrá separar del amor de Dios.
-Debemos andar en el Espíritu y no en la carne. Si estamos con la carne de ninguna manera podemos estar con el Espíritu.
El que está bajo la carne, está bajo la ley y por ende no heredará el reino de Dios.
El fruto del Espíritu Santo es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra estas cosas NO hay ley.
Si vivimos por el Espíritu, andemos por el Espíritu. No seamos vanagloriosos, ni nos irritemos y envidiemos unos a otros.
-“amor que excede todo conocimiento”. Que Dios nos dé según las riquezas de su gloria para ser fortalecidos como hombres mediante el Espíritu.
Que sea Cristo viviendo en nuestros corazones y cimentados con su amor podamos comprender la magnitud de su amor, aun así no lo podamos ni imaginar en su totalidad y ser llenos de la plenitud de Dios. Y así Dios que lo puede todo, más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, la gloria sea eternamente de Él.
-“La nueva vida en Cristo”. Debemos despojarnos del viejo hombre, que esta viciado de la influencia del pecado. Conforme Cristo nos enseño y es parte de su verdad. Renovemos nuestro espíritu y vistamos del nuevo hombre que Dios creó.
-“La vida antigua y la nueva”. Debemos fijar la mirada en las cosas de Dios y no en las cosas terrenales. Debemos hacer morir lo terrenal que hay en nosotros. (Fornicación, impureza, ocasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría).
Dejando también la ira, el enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
Debemos renovarnos a imagen de Dios hasta el conocimiento pleno, donde todos somos iguales judíos, griegos…. Cristo es el todo y en todos.
2- ¿Cuál es la experiencia del creyente con respecto a la “lucha interior”? ¿Representa esto la vida cristiana “normal”? Explique.
La experiencia del creyente en la lucha contra la antigua naturaleza es diaria y no tiene fruto en sus propias fuerzas. Es solo mediante el alimento que significa para el creyente “la palabra”, que podemos en el poder de Espíritu Santo dar la batalla.
La vida llena del Espíritu santo es la vida “normal” del creyente. Ser llenados del Espíritu Santo no es una opción, es una necesidad. No debemos pensar que el llenado es algo inusual y de una selecta minoría, porque es para TODOS, accesible para TODOS y necesaria para TODOS.
3- Lea los siguientes pasajes que utilizan la palabra “santificación” y escriba algunas observaciones: Juan 17:17; Romanos 6:19,22; 1Corintios 1:2; 1Tesalonicenses 4:3, 4, 7; 2Tesalonicenses 2:13; Hebreos 10:10; 1Pedro 1:1-2.Entonces provea una definición tentativa y en sus propias palabras para el término “santificación” y explique las tres facetas de la misma que se presentan en el texto.
1- Jesús pide a Dios por sus discípulos, para que Dios los “santifique” y que así como Jesús fue enviado, el envía a sus discípulos al mundo.
2- Ya no debemos servir al pecado, porque siendo “santificados” hemos sido libres del pecado y ahora le servimos a Dios.
El fruto del pecado es la muerte y al servir a Dios el fruto es la “santificación” y la vida eterna.
3- Todos estamos llamados a ser “santificados”.
4- la “santificación” es voluntad de Dios” y nos requiere apartarnos de fornicación, siendo leales a nuestras parejas, que no hagamos daño y mintamos a nuestro hermano, porque Dios es vengador de todo esto. Dios nos ha llamado a “santificación” y no a inmundicia.
5- Dios nos escogió desde siempre para ser salvos mediante la “santificación” y la fe en la verdad.
6- Somos “santificados” gracias al sacrificio de Jesús en la cruz.
7- Elegidos por Dios Padre, santificados por el Espíritu Santo, para obedecer y se rociados con la sangre de Jesucristo.
Santificación es ser apartado de la malo o común para un propósito santo y especial.
Somos santificados a medida de que el Espíritu Santo obra en nosotros y el proceso tiene tres etapas.
a- Posicional: cuando recibimos a Jesús como Señor y salvador.
b- Progresiva: a medida de que el Espíritu va haciendo su obra en nosotros y a medida de que buscamos ser alimentados en la palabra.
c- Perfecta: Al llegar al punto máximo de perfección, que es el objetivo. Ser como Cristo. Muy seguramente nos tome toda la vida, o no, pero esta es la finalidad.
4- Examine los siguientes textos que usan la terminología “carne” y escriba algunas observaciones: Juan 1:14; Romanos 6:19; 7:5 , 17, 25; 8: 1-17; Gálatas 1:16; 2:16; 3:3; 4:14, 21-31; 5: 16-18, 24; 6: 11-15; Apocalipsis 19:17-21. ¿Cómo se usa en sus contextos? ¿Tiene siempre la misma connotación negativa? ¿Qué principios o lecciones captó para la vida cristiana?
1- Juan 1:14: En este versículo habla del momento en que Dios se hizo carne en la persona de su Jesús. Humanos como nosotros.
2- Romanos 6: 19: Así como un día nuestro cuerpo le sirvió al pecado, hoy debe servir a Dios.
3- Romanos 7:5: Estar en la carne es estar en pecado y su fruto es la muerte.
4- Romanos 7: 17: El pecado vive en nosotros, en nuestra carne y nos hace caer.
5- Romanos 7: 25: Dar Gracias a Dios por Jesucristo. Con nuestra mente servimos a Dios, pero con nuestro cuerpo, al pecado.
6- Romanos 8: 1-17: Somos salvos solo por el sacrificio de Jesús en la cruz que venció a la ley del pecado y ahora vivimos en el Espíritu. Los que son de la carne piensan en la carne y los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Ocuparse de la carne es muerte y de esta manera es imposible agradar a Dios.
Pero nosotros no vivimos por la carne sino por Cristo y estamos muertos al pecado y vivimos a causa de la justicia en nuestro espíritu.
Si el Espíritu que levanto a Jesús de entre los muertos, vive en nosotros, es solo Dios y es Él mismo quien vivificará nuestros cuerpos mortales por su Espíritu que vive en nosotros.
Todos los guiados por el Espíritu Santo somos hijos de Dios y si hijos, también herederos.
7- Gálatas 1: 16: Dios revela a su Hijo en nosotros, como en Pablo y en esto no hay sabiduría humana en lo absoluto.
8- Gálatas 2:16: La única manera de ser justificados o perdonados de nuestros pecados en la fe en Jesucristo. Ninguna obra humana lo puede hacer.
9- Gálatas 3:3: Necios son los que habiendo empezado por el Espíritu, vuelven al pecado.
10- Gálatas 4: 14: Aun enfermo en el cuerpo, Pablo fue recibido como un ángel de Dios.
11- Gálatas 4: 21-31: No somos hijos de la esclavitud que trae la carne, sino de la libertad en la promesa de Dios.
12- Gálatas 5: 16-18,24: El pecado se opone al Espíritu y si andamos en el Espíritu no podemos pecar. No somos libres de hacer cualquier cosa, porque debemos estar sujetos al Espíritu. Cuando creemos en Cristo, nuestras paciones y debilidades están crucificadas.
13- Gálatas 6: 11-15: Para Cristo no vale la circuncisión o incircuncisión, que en la ley tenían su significado; para Cristo lo único que vale es una nueva creación. No podemos gloriarnos más que del sacrificio que Jesús hizo por nosotros. En su crucifixión, esta crucificado el mundo y nosotros al mundo.
14- Apocalipsis 19: 17-21: El pecado y la carne nunca prevalecerán y tiene su fin ya anunciado.
La carne significa el pecado y la debilidad del hombre por su herencia desde Adán. La única manera de librarnos de la carne es naciendo de nuevo al aceptar a Jesús y su sacrificio en la cruz, que significa la única manera de ser perdonados. Solo permaneciendo en el Espíritu podemos lograr la victoria, sobre el pecado. Porque si bien el pecado fue parte nuestra, también es cierto que el Espíritu vive en nosotros y es con nosotros. Si nos aferramos al Espíritu Santo, Él será con nosotros en nuestras luchas diarias.
5- Lea los siguientes pasajes que tienen implicaciones con referencia a nuestra batalla con la carne y escriba algunas observaciones: Romanos 6__8; Gálatas 4__6; Efesios 4__6. Entonces responda a las siguientes preguntas:
a- ¿Algún texto bíblico nos dice que no debemos hacer nada con respecto a nuestra “santificación”?
Somos Santificados o separados para Dios, en el momento mismo de aceptar a Cristo como Señor y Salvador; algo que no es merito propio, pero que si nos implica un compromiso de obediencia. Una disposición continua por buscar alimento en la palabra de Dios siendo el permanecer en Cristo y la obediencia las claves para una vida dominada por el Espíritu Santo. Somos santificados en la medida en que el Espíritu Santo toma posesión de nuestras vidas.
b- ¿Cómo se explica la relación entre nuestros esfuerzos y la capacitación por el Espíritu Santo con relación a la vida cristiana?
Nada podemos lograr en nuestras propias fuerzas, es el Espíritu Santo quien va moldeando y haciendo la obra en nosotros. Hasta el día en que sea perfecta y a esto llamamos “glorificación”.
c- ¿Cómo enfoca el texto este tema?
Aunque la santificación es progresiva y solo será perfecta, cuando lleguemos al cielo, nosotros debemos enfocarnos en la perfección ahora.
Todos los conflictos, tentaciones y demás obstáculos, forman parte de nuestra santificación y la meta es ser como Cristo a quien veremos y sabremos en su totalidad lo que se nos pide, el día en que así lo hagamos.
d- ¿Qué lección o lecciones podemos aprender y aplicar en nuestra vida cristiana?
Mientras llega el día de nuestra “glorificación, debemos día a día permitirle al Espíritu Santo, dirigir nuestras vidas, cediéndole todas las áreas de nuestra vida.
El deseo en si no es malo, lo malo es desear lo incorrecto y ceder ante el deseo.
Resumen de los versículos:
Romanos 6__8: Al recibir a Cristo hemos muerto al pecado y vivimos para Dios en Cristo Jesús.
Somos esclavos de quien obedecemos. Del pecado para muerte o de justicia para vida eterna.
Antes éramos libres de la justicia porque vivíamos en pecado y no le conocíamos, pero al conocerle, no podemos volver atrás, porque seríamos pecadores consientes de pecado.
Ahora estamos sujetos al Espíritu y no a la ley.
Somos débiles en nuestra propia naturaleza y nuestra fortaleza esta en Cristo y en el Espíritu que nos dejo para acompañarnos hasta que Él vuelva.
Debemos vivir en el Espíritu que nos da vida y paz y que vive en nosotros.
Porque el Espíritu nos hace ver que somos hijos de Dios y herederos suyos.
El Espíritu Santo obra junto con nosotros cuando nos relacionamos con Dios y ora por nosotros cuando no sabemos que pedir con exactitud. La tarea principal del Espíritu Santo es enseñarnos la plenitud los beneficios de ser hijos de Dios.
Gálatas 4__6:
Dios envió a Jesús, en un tiempo en el que regia la ley. Y de esta manera, por medio del Hijo somos Hijos por adopción y como hijos, también herederos.
No somos esclavos sino hijos y es absurdo en un hijo de Dios volver al pecado.
No somos hijos del pecado, sino de la promesa de Dios, que nos hace libres.
Así que debemos luchar por esta libertad que Cristo nos otorgó en su sacrificio. Y en el Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia, por fe que obra por el amor.
No utilicemos la libertad que se nos da, para la carne. Sino sirviéndonos los unos a los otros. Porque la ley en una sola oración se cumple: amarais a tu prójimo como a ti mismo. No debemos atacarnos y de hacerlo debemos cuidar de no consumirnos en ello.
Debemos andar en el Espíritu y no en el pecado, porque del pecado solo vienen cosas inmundas, en cambio del Espíritu Santo viene gran fruto.
Si entre los que creen, alguno cae, es necesario restaurarle con mansedumbre, no hay que el día de mañana seas tu quien necesite ser restaurado. Sobrellevando las cargas mutuamente, cumpliendo así la voluntad de Cristo.
Porque el que cree ser algo, no siendo nada, a si mismo se engaña.
Cada uno someta a prueba su propia obra, así se puede gloriar sobre si mismo y no sobre otro. Porque cada uno lleva su propia carga.
El que sea enseñado en la palabra, le cuente a su maestro de toda cosa buena.
Dios no puede ser engañado, porque todo lo que el hombre siembre eso recogerá, bien sea de pecado o de vida eterna.
No nos cansemos de hacer el bien porque en algún momento recogeremos el fruto, si no desmayamos.
Así que hagamos bien a todos y mayormente a los de la familia de la fe.
Para Cristo solo es importante quien nace de nuevo por medio de la fe en Él y su sacrificio. Ni los circuncisos o los incircuncisos tienen parte en ello.
Efesios 4__6: Con toda humildad y mansedumbre debemos soportarnos con paciencia en preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Siendo vínculo una cualidad común que une a dos personas o más, podemos entender que este tipo de trato especial es más específico entre creyentes.
No puede haber un vínculo de paz con quien es esclavo del pecado.
Un cuerpo, un Espíritu, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y un Padre de todos.
Cristo se llevo consigo cautiva la cautividad para hacernos libres y dio dones a los hombres. Unos apóstoles, otros profetas, evangelistas, pastores y maestros. Para hacernos fuertes y perfeccionarnos para servir a Dios, para la edificación de la iglesia, siendo la finalidad estar a la altura de Cristo.
Para no ser como niños que van y vienen de una doctrina a otra, sino que bien cimentados en la fe seamos edificados en amor.
No podemos andar como los gentiles, debemos despojarnos del “viejo hombre”. Desechando la mentira, enfadándonos pero sin perder el control y llegando a la ira. El que hurtaba ya no debe hurtar más y si bien trabajar con sus manos haciendo lo bueno para ayudar al que este en necesidad.
Ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca.
No debemos contristar al Espíritu Santo, con el cual hemos sido marcados como hijos de Dios.
No debemos permitir la amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia. Si por el contrario debemos ser benignos unos con otros, perdonándonos, como Dios nos perdonó a nosotros.
Debemos ser imitadores de Dios, andar en amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio agradable a Dios.
“Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”.
Truhanerías son comportamientos de un truhán, que es una persona sin vergüenza que vive de engaños y estafas.
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios”.
Aquí idólatra se entiende como pagano e infiel.
Que no nos engañen palabras vanas, ni seamos cómplice de este tipo de comportamientos. Antes estábamos en las tinieblas, pero hoy somos hijos de luz.
No solo no debemos participar de las obras de las tinieblas, sino que debemos reprenderlas.
No debemos seguir como dormidos y debemos salir de entre aquellos que con el pecado van a la muerte y así nos alumbrará Cristo.
Debemos mirar con detenimiento nuestro proceder y no actuar como necios, sino como sabios. Aprovecha el tiempo.
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos d Espíritu”,
Nuestras expresiones deben ser agradables a Dios, dando gracias a Dios en nombre de Cristo Jesús.
Debemos someternos los unos a los otros. La esposa al esposo y este a ella, así como la iglesia debe estar sujeta a Cristo.
Cristo debe estar presente en la forma en que nos comportamos con los demás, sean esposos, padres, hijos o iglesia.
Debemos servir con gusto a los demás, como si fuera para Cristo y no a los hombres. Teniendo por seguro que el bien que hagamos, ese recibiremos del Señor y esto es para TODOS porque Dios no hace distinción de personas.
Debemos fortalecernos en el poder de Dios y en poder de su fuerza.
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”.
Nuestro escudo es la fe y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, junto con la oración y suplica en el Espíritu, son como armadura para el creyente, en un tiempo prácticamente de guerra.
Es difícil resumir y extractar estos capítulos de Efesios. Al resumirlos se puede perder mucho de la integridad del mensaje. Pero en un intento por resumir lo que Pablo nos quiso decir en estas palabras, es básicamente que como nuevas criaturas en Cristo, debemos fortalecernos en la unión al Espíritu Santo, para así poder hacer frente a las muchas circunstancias que debe pasar un creyente en estas épocas. No solo como individuo, sino como iglesia.
Dios nos hizo libres por medio del sacrificio de Jesús, no para ser libertinos, sino para ser dignos representantes de Él.
Un creyente debe estar consciente de que es embajador de Cristo ante el mundo, que habitualmente esta ávido de encontrar la piedra de tropiezo. Es así que Pablo nos invita a ponernos la armadura de Dios, como quien vive una batalla y las armas son la fe, la palabra y la unidad en el Espíritu Santo.
6- Lea Gálatas 5:19 y enumere los pecados allí nombrados. En este texto los hemos nombrado como el “primer grupo”. Examine su propia vida de flaquezas o fallos en estas áreas y haga confesión al Señor. Escriba tres ideas prácticas para vencer o prevenir esta clase de pecado tanto en su vida como también en la iglesia.
Obras de la carne:
Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgias y cosas semejantes.
Todo ser humano esta susceptible a caer en este tipo de cosas, pero para los creyentes que ya no viven en la carne y si en el Espíritu es una batalla diaria, que no vencemos solos, sino que el Espíritu Santo sale a batallar por nosotros.
Nosotros como creyentes debemos enfocarnos primero en la fe, segundo en la palabra de Dios y tercero en estar muy unidos al Espíritu Santo quien poco a poco va logrando en nosotros tal cambio que poco a poco estos comportamientos de la carne son más fáciles de dominar y desechar.
Al estar en comunidad ayudarnos es más fácil y entre todos podemos de manera amorosa y con mansedumbre ayudarnos unos a otros.
La tentación siempre estará ahí, pero la tentación en si no es mala, es malo ceder ante ella.
7- Enumere los pecados del “segundo grupo” tratado en el libro. Examine su propia vida para buscar evidencias de dichos pecados y escriba tres ideas prácticas para evitar caer tanto en su vida como en la iglesia.
Idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, arranques de ira, disputas, disensiones, banderías o herejías, envidias, borracheras, orgias.
Son prácticamente los mismos pecados de la carne nombrados en Gálatas 5:19.
Las más contundentes armas para la lucha del creyente, son las mismas ante toda circunstancia de riesgo.
Fe en Jesucristo.
La palabra de Dios
Unidad en el Espíritu Santo. Como individuo y como iglesia.
8- Existen las siguientes interpretaciones para “Gálatas 5:21”:
a- Es una advertencia para creyentes acerca de la perdida de salvación.
b- Es una descripción de las acciones de no creyentes
c- es una advertencia a creyentes acerca de la perdida de la bendición presente y/o recompensas futuras.
Evalué dichas interpretaciones a la luz del texto bíblico y presente su punto de vista, junto con el respaldo posible para el mismo.
Ante las envidias, homicidios, borracheras, orgias y cosas semejantes es claro que quien caiga en estas cosas no heredara el reino de Dios. Ya vimos que Dios nos hace libres pero no para vivir pecando.; ni su perdón significa una puerta abierta para pecar y volver con la certeza de ser perdonados.
Dios ve directo a nuestros corazones y sabe los motivos que en ocasiones nos llevan a caer y de seguro el perdón es para todos, pero también es cierto que el verdadero creyente tiene un compromiso de “permanecer” con Cristo que es la única manera de no caer.
“Permanecer y obedecer a Cristo son la llaves a una vida dominada por el Espíritu.
Somos santificados en medida que somos poseídos por el Espíritu Santo. No se trata de cuanto del Espíritu Santo tenemos nosotros, sino de cuanto de nosotros tiene el Espíritu”
Permaneced en mi, y yo en vosotros. Como él pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer.
El que en mi no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secara; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 15:4-7.
9- ¿Qué posición toma el texto con referencia al control de la carne y las consecuencias para la sociedad? Explique su punto de vista actual y escriba por lo menos 3 maneras en las cuales su iglesia, hogar, lugar de trabajo y comunidad serian cambiadas a la luz de creyentes obedientes que viven en obediencia al Señor y en el poder del Espíritu Santo.
Está muy claro que el hombre por sus propios medios es incapaz
de hacerle frente a su propia naturaleza y salir vencedor. Nuestra naturaleza humana es la carne y por ende el pecado, solo rendirnos al Espíritu Santo con la plena seguridad que solo por medio de su obra en nosotros, podemos lograr superar nuestra naturaleza.
Esto no se logra de una vez por todas, se logra día a día, momento a momento, por eso es básico recibir el alimento diario tanto espiritual como físico. Bien sea a través de nuestra iglesia o en la intimidad de nuestro hogar. Debemos ser uno con Cristo para el mundo, bien sea en casa, en el trabajo o en cualquier lugar a donde vayamos.
Si algo he aprendido del arte de ser Madre es que no puedes enseñar, sino practicas. Debes practicar lo que predicas y eso es lo que deben ver todos los seres humanos en ti como creyente. No olvides ni por un instante que somos representantes de Dios en la tierra.
10- ¿Cuál es la relación entre la cocrucifixión con Cristo, la fe y el Espíritu Santo en el contexto de la vida cristiana.
Cada creyente ha sido crucificado con Cristo, esto es lo que dice Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado” y en Romanos 6:6 dice: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él”.
De esta manera aceptamos por fe el sacrificio que Jesús hizo por nosotros, por fe entregamos nuestras vidas en forma total y completa, sin reservas, al Espíritu Santo.
Debe ser Cristo el único que reine en nuestros corazones, nada ni nadie puede desplazarlo de este lugar. De esta manera es el Espíritu Santo reinando en nuestras vidas y produciendo “el fruto del Espíritu”. Y aun que la carne nos puede tentar, ya no esta en el trono de nuestras vidas y ha dejado de controlar nuestras vidas. Esto es posible únicamente en la medida en que somos “llenados” con el Espíritu santo.
