EN BUSCA DE LA CERTEZA
Muchos de nosotros nos hemos enfrentado alguna vez con la difícil tarea de responder a difíciles preguntas y cuestionamientos.
Para mí una de las preguntas es ¿Por qué debo creer en Dios?
La
mayoría de los cristianos sabemos que Dios es la “verdad” y que la
Biblia es su palabra revelada a nosotros por el Espíritu Santo.
Pero hablar de esto con cristianos insipientes o con no creyentes es todo un dilema.
No podemos decir que Dios es la verdad, porque simplemente “creemos en Él”.
No puede ser que Dios quede relegado a existir, si y solo si creemos en Él.
Lo realmente cierto es que Dios no necesita de nosotros para existir.
Dios no es una creencia, es una verdad, independientemente de que creamos o no en Él.
La Biblia es una verdad establecida a la cual nosotros respondemos con fe.
Muy
pocos saben responder porque creen en lo que creen y es por esto que
resultamos cristianos mediocres que al menor ataque resbalamos y otros
resultan perdiendo el rumbo.
Nuestra fe debe estar bien fundamentada. La simple certeza no sirve, porque hay muchas personas que tiene creencias falsas.
No es la certeza lo que debemos buscar, sino el camino para encontrar un verdad solida.
CAPITULO UNO
¿ES IMPORTANTE LO QUE CREO?
LA VERDAD ACERCA DE LA VERDAD.
¿Qué responderías a las siguientes preguntas?:
¿Crees que la Biblia es la Palabra de Dios?
¿Crees que la Biblia es la verdad?
¿Es históricamente exacta y confiable?
Lo más seguro es que hayas respondido a todo si, pero responde ¿Por qué crees lo que crees?
La mayoría de nosotros respondería, es verdad porque yo lo creo.
Y
esta a la final es una respuesta “condicionada”. Estamos prácticamente
diciendo que la Biblia es verdad, gracias a que yo creo que lo es.
No es lo mismo decir que la Biblia es verdad porque yo creo en ello, que decir que yo creo en la Biblia porque es la verdad.
Así que una cosa es “creencia” y otra es “verdad”. Son cosas totalmente opuestas.
Lo cierto es que la verdad es siempre verdad y es única, así nosotros decidamos creer en ella o no.
La verdad ya está establecida a lo que nosotros debemos responder con fe.
Nosotros no fabricamos la verdad cuando decidimos creer en algo. La verdad es absoluta y no arbitraria.
La verdad es verdad en todo tiempo, todo lugar y para todas las personas. No se adapta al sistema individual de creencias.
Esto no es una simple disertación teológica. No cometa el error de subestimar la importancia de determinar la naturaleza de la verdad, esta será la diferencia entre experimentar o no certeza en nuestras vidas.
Debíamos
por principio establecer porque creemos en lo que creemos. Vendría
siendo la base o el fundamento de nuestra vida espiritual.
Tarde
o temprano nuestras creencias son probadas, en desgastantes encuentros
con la realidad y si no tenemos claras las razones de porque creemos en
lo que creemos, nuestra propia fe puede evaporarse en un segundo.
VERDAD Y/O CERTEZA.
De aquí en adelante iniciaremos una búsqueda filosófica que nos llevará a diferenciar entre Verdad absoluta y Certeza.
Puede parecer un poco confuso y sin sentido pero al final tendremos las cosas claras.
En
el mundo de hoy la gente se preocupa cada vez menos por la verdad
porque le basta con la certeza. Ven la verdad como un concepto abstracto
al que quizá no hay que darle mucha importancia práctica. Pero anhela
el sentido de certeza porque les da una sensación de seguridad. Esta
sensación, sin embargo, no ofrece garantías, ya que las personas pueden
sentir certeza sobre creencias falsas. Y pueden carecer de certeza
respecto de creencias verdaderas. De hecho, no es la certeza lo que
debemos buscar, sino el camino para encontrar una VERDAD SOLIDA.
Conocer
la verdad y saber por qué creemos en ella nos dará certeza duradera.
Usted puede tener certeza por algún tiempo, pero estoy segura que a cada
uno de nosotros nos ha llegado la prueba que nos lleva a pensar si
estaremos equivocándonos y en qué. Ninguna certeza es real y duradera a
menos que sepamos que está fundamentada firmemente en la VERDAD
ABSOLUTA.
Así
que la búsqueda de certeza es, sencillamente, una búsqueda de la
verdad. Cuando las personas tienen razones sólidas para saber que lo que
creen es verdad, la certeza fluye naturalmente.
Si
hablamos con nuestros amigos o familiares y les preguntamos cómo es
Dios, nos empezaremos a dar cuenta de las diferentes versiones que cada
uno tiene de Dios.
No
podemos decir que Dios es la verdad porque tenemos fe, porque Dios es
la verdad así nosotros tengamos o no fe en Él. No es la fe, la que
determina que es o no verdad. Porque estaríamos diciendo que si en china
se cree con fe en un becerro, estaría igualmente bien, siempre y cuando
ellos lo crean así.
Dios
es el único Dios, en todo lugar, en todo momento, en cualquier cultura o
país y no necesita de nuestra fe para existir. Es supremo y no gracias a
nosotros.
Hace
dos siglos atrás, la mayoría de la gente aceptaba la sencilla fe en
Dios y la confianza implícita en la Biblia como el camino principal
hacia la verdad.
Luego vino la edad de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando la fe fue suplantada por la razón humana como el camino principal a la verdad.
La
existencia de Dios y la autoridad de la Biblia empezaron a ser
cuestionadas abiertamente. El Modernismo surgió del movimiento de la
Ilustración, exigiendo la deducción científica como único método
fidedigno o confiable para determinar la verdad objetiva.
Quienes
fueron influenciados por la tendencia modernista, insistieron en que
solo la ciencia podía determinar lo que puede conocerse. La existencia
de Dios fue puesta en entredicho por no poder demostrarse a través de
métodos científicos. La idea de la creación, como explicación a la
existencia de cada ser viviente en la tierra, fue remplazada por la
llamada “teoría de la evolución”, más afín y atractiva a esta
mentalidad.
EL POSMODERNISMO CREA SU PROPIA VERDAD.
En
los últimos 20 o 30 años el Modernismo a derivado en el Posmodernismo,
cuya visión ha penetrado en toda nuestra cultura, regando una obscura
sombra sobre LA RAZON Y EL METODO CIENTIFICO.
El
posmodernismo, como punto de vista, afirma que la verdad absoluta
objetiva, la verdad que es verdad para todos en todas partes y en todo
tiempo, no puede creerse a través de la razón o la ciencia, porque es
inexistente o no se puede conocer.
El
pensamiento moderno afirma que LA EXPERIENCIA es más confiable que la
razón, porque la razón está nublada y contaminada por puntos de vista,
prejuicios, ambientes y educación familiar, lo que lo hace un método
poco confiable para alcanzar la verdad absoluta.
Según el posmodernismo la VERDAD no se descubre, sino que SE CREA.
Según el posmodernismo cada uno debe crear sus propias verdades basado en lo que funciona para sí mismo.
Las
nuevas generaciones, lejos de saber que es el posmodernismo, tienen ya
integrada a su realidad, el punto de vista de que cada individuo es
libre de determinar por si mismo lo que es correcto y lo que es verdad.
No
son solo las nuevas generaciones, quienes creen en esto, sino muchos
adultos y aun muchos cristianos. Renuentes a trazar una línea entre lo
correcto y lo incorrecto, o a afirmar una creencia en la verdad
absoluta.
Parece que hoy pocas personas reflexionan acerca de POR QUÉ piensan como piensan; simplemente se dejan llevar por una cultura.
Han
adoptado una manera de pensar posmoderna programada por defecto,
cerrada sobre los convenientes y aceptables puntos de vista del mundo
que parecen funcionar para ellos sin molestarse en verificar si están
basados en la verdad o, incluso, si necesitan estarlo.
Pueden no ser conscientes de que la verdad importa lo suficiente como para hacer una diferencia real en su modo de vivir.
Quizás
si se les presionara para que dieran una explicación acerca de por qué
creen lo que creen, podría ofrecer una respuesta muy cercana a la hecha
por el misticismo de la Nueva Era:
“Si usted cree algo con suficiente fuerza, el universo (o Dios) lo avalará”.
Ellos
sienten que hay una alguna especie de poder inherente en la naturaleza
que hace que la realidad se acomode a sus creencias, si se cree en ellas
con suficiente fuerza, del mismo modo en que las creencias de sus hijos
en Papa Noel o Santa Claus al asegurarles que encontraran regalos bajo
el árbol en la mañana de navidad.
La premisa o afirmación que estudiaremos es:
La
verdad absoluta es una realidad OBJETIVA que existe independientemente
de lo que cualquiera piense o sienta respecto a ella. Es una realidad
que es verdad para toda la gente de todos los tiempos y de todas las
partes. La verdad es real y solida ya sea que escojamos creerla o no.
Contrariamente a lo que propone el pensamiento posmoderno, nosotros no
CREAMOS la verdad: nosotros la DESCUBRIMOS. La creencia no determina la
realidad, la realidad existe independientemente de la creencia. Nuestra
creencia en la verdad sencillamente nos encauza en ella y activa su
poder en nuestras vidas.
LOQUE ES VERDAD ENOPOSICION A LO QUE ES VERDAD PARA USTED.
Si solo lo
que creemos determinara la realidad, no sería importante analizar en lo
que creemos. Para la persona que escoge creer en Cristo y la Biblia, el
cristianismo llegaría a ser la verdad. Pero para la persona que escoge
creer en el Corán y Mahoma, el Islam también llegaría a ser verdad. Y lo
mismo podríamos decir de cualquier religión o secta.
Si
la creencia determinara la realidad, cualquier “dios” en que las
personas decidan creer, llegaría ser dios para cada persona. Y para el
ateo, la realidad consistiría en un universo sin dios.
En
el mundo del posmodernismo todas las creencias tienen un mismo valor de
verdad, porque la verdad es cualquier cosa que una persona escoja
creer. Con tal de que sea “verdad para usted”, entonces es verdad.
Pero realmente deberíamos preguntarnos:
¿la frase “verdad para usted” significa algo?
¿Puede existir la verdad solamente como realidad para las personas que la creen y para nadie más?
Considere
una simple ilustración. Usted y un amigo encuentran una manzana en la
mesa. Su amigo cree que está llena de gusanos, pero usted cree que está
buena y sin gusanos.
¿Pueden sus diferentes creencias sobre la manzana crear dos verdades diferentes, para que cada uno la experimente como realidad?
La
manera de averiguarlo es abrir la manzana. Entonces los dos descubrirán
si la manzana tiene gusanos o no. Al momento de abrirla la “verdad” de
su amigo y la suya podrían exponerse a un error. La verdad sobre la
manzana es independiente de cualquier cosa que ambos puedan creer acerca
de ella.
Todos
somos en principio desconfiados en cuanto a las “realidades” en esta
tierra. Por ejemplo, si alguien nos vende un auto, no creemos en
principio todo lo que nos dice el vendedor. Sino que contrataríamos a un
mecánico honrado o pediríamos una razonable garantía.
Todos sabemos que creer que un auto usado este funcionando como un relojito no necesariamente hace que esto sea cierto.
Si
un extraño le ofreciera una medicina desconocida garantizándole que
curará sus dolores de cabeza, no por eso la tomaría sin consultar. No
tomamos medicinas a menos que estén prescritas por un médico confiable y
preparado por una farmacéutico autorizado. No importa cuánto CREAMOS
que funcionan o cuanto QUERRAMOS que funcionen; sabemos que las
medicinas que no son autorizadas o no son preparadas adecuadamente no
nos ayudaran, incluso podrían hacernos daño.
Al
tomar decisiones en nuestra vida diaria insistimos en que la verdad
preceda a la creencia. No confiamos nuestra vida y nuestra salud a
aquello en lo que esperamos, soñamos, deseamos o pensamos que pasará.
Nuestras creencias están condicionadas por la verdad confiable, objetiva
y comprobable. “Verdad para usted” no funciona para ninguno de nosotros
en el mundo material. Todos insistimos en ir más allá de lo que creemos
que es la verdad objetiva.
LA VERDAD SOBRE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA.
¿Por qué abandonamos la objetividad racional cuando se trata de religión?
¿Por qué las personas por lo general dirigen su atención al HECHO de creer y minimizan LO QUE deberían creer?
Es
probable que no vean la religión como parte de su mundo real.
Consideran que la religión es vaga, abstracta, etérea e inescrutable. No
la clasifican como una realidad tangible, como sucede con los actos
cotidianos tales como comprar un auto o tomar una medicina.
Es
como si la religión fuera algo distante y no aplican el mismo estándar
rígido para determinar su verdad. Ese es su error. Estas realidades distantes son realmente importantes y tienen un impacto práctico mucho mayor que comerse una manzana con gusanos.
Es infinitamente más riesgoso creer la “verdad” equivocada acerca de Dios, que aplicarse un mal medicamento.
SI
HAY un Dios personal y absoluto que existe como una realidad
independiente de nuestras creencias, sus demandas deben ser seriamente
investigadas por lo menos por una norma solida como la que aplicaríamos
al comprar un automóvil. Una relación correcta con Él es crucial para
nuestro destino final.
Quizá
la mayoría de los incrédulos que se vuelven a la religión no lo hagan
interesados en la verdad o en un destino final. Su preocupación es más
inmediata y práctica. Ellos están desesperados por respuestas a sus
problemas, fuerza para su debilidad y estabilidad en sus relaciones.
Buscan certeza en un mundo doloroso e incierto. Así escogen un sistema
de creencias que parecen satisfacer sus necesidades más urgentes, sin
tener en cuenta las demandas de ese sistema sobre la verdad. Por
ejemplo:
· María está teniendo problemas con sus dos hijos adolescentes. Miembros de una secta seudocristiana
vienen a su puerta pregonando el fuerte énfasis que su iglesia hace
sobre los valores de la familia y las actividades para los jóvenes. Para
María, que tiene tanto trabajo en sus manos y está criando sola a dos
adolescentes, todas las iglesias son básicamente iguales. Así que se une
a la que promete ayudarle a rescatar a sus hijos. A María no le importa
que la doctrina de esta secta no tenga ninguna consideración respecto a
la verdad definitiva.
· Ricardo,
un alto ejecutivo, tiene un trabajo muy estresante que está afectando
su tensión arterial. Su médico le insta a probar el yoga y la meditación
para controlar la tensión y la ansiedad en su vida. Ricardo se
encuentra con otro ejecutivo que parece tenerlo todo. Este hombre jura
que su éxito se debe a las técnicas de la meditación enseñadas por un
gurú oriental. Ricardo se mete en el grupo del gurú, que esta empapado
de religión Hindú.
Las
personas como María y Ricardo se unirán a un nuevo sistema de creencias
mientras este les funcione. Aceptaran ciegamente cualquier cosa que les
prometa aliviar sus cargas, resolver sus problemas y proporcionar algo
de certeza en sus vidas, sin considerar demasiado si hay o no alguna
realidad definitiva detrás de estas creencias. Pero cuando no encuentren
la paz y el alivio que buscan, saltaran la cerca hacia los pastos más
verdes de alguna otra “verdad” que funcione mejor para ellos.
Finalmente
aquellos que sostienen una creencia personal que no se basa en la
verdad absoluta se marcharán vacios. Ninguna creencia, sin importar cuán
sincera que esta sea, puede proporcionar certeza a largo plazo,
satisfacer las necesidades humanas ni resolver problemas físicos,
emocionales o de relaciones.
Así
como una llamada telefónica es inútil a menos que haya alguien del otro
lado de la línea, una creencia es inútil a menos que allá afuera haya
una realidad para validarla- Cuando nuestra creencia se extiende, debe
de haber una mano para alcanzarla. Para ofrecernos algún beneficio, la
realidad debe ser más que un fantasma proyectado por un pensamiento
deseoso disfrazado de fe, que debe existir objetivamente. El único tipo
de Dios que puede satisfacer nuestras necesidades es uno que es real,
uno con quien podamos conectarnos sólidamente y establecer una relación.
La
gente solo puede afirmar varias “verdades” cuando no cree firmemente en
ninguna de ellas. Solo si usted no cree que haya una verdad real
disponible, puede estar de acuerdo con los esfuerzos de los demás en
construir su propia verdad. Decir que una verdad es tan buena como la
otra, significa decir que no importa lo que usted crea, porque todas las
creencias religiosas son simples ilusiones que abrazamos en medio de la
desesperación por ayudarnos a sobrellevar las incertidumbres y
confusiones de la vida. La gente puede afirmar todas las “verdades” si
no tiene noción de que realmente solo existe una verdad.
Pero ¿qué pasa con la idea de que podemos crear nuestra propia verdad si realmente existe un Dios verdadero?
¿Qué si hay un Dios mas allá, un Dios que es la única fuente de certeza, significado, propósito e identidad?
¿Qué
si, como lo afirma el cristianismo, solo hay un camino por el cual
usted puede alcanzarlo y es mediante una relación con la persona de
Jesucristo?
Somos totalmente conscientes de que las demandas del cristianismo son exclusivas y no hacen ninguna
concesión para con otros dioses o caminos hacia Dios. Pero, a pesar de
que la gente encuentra poco atractivo el cristianismo porque parece ser
intolerante sobre otros puntos de vista u otras perspectivas y a pesar
de que sus demandas exclusivas actualmente se consideren políticamente
incorrectas, ¿Qué si sencillamente fueran verdad? ¿Qué sucedería con el
argumento de que todas las creencias son validas? Entonces, este
argumento perdería sentido.
Si
hay tal verdad absoluta y solida, entonces, la idea de que podemos
crear nuestra propia verdad es fatal. Es la doctrina más peligrosa que
podamos adoptar, porque si usted sostiene la creencia de que no existe
una realidad objetiva, corre el peligro de perder las promesas y los
beneficios de conocer al Dios real. Está en peligro de desperdiciar su
vida.
Si
usted cree que una verdad real puede existir en alguna parte, pero que
le es imposible conocerla, la respuesta no es manifestarlo y adoptar
alguna imitación conveniente de la verdad que parezca funcionar para
usted. Debe seguir investigando. Si la verdad real existe, ninguna
imitación le dará las respuestas a su necesidad.
LA BUSQUEDA DE LA VERDAD
Al
tratar este tema no encubrimos nuestra convicción de tener la verdad
absoluta. Es nuestra fiel convicción como cristianos que Dios es la
verdad absoluta.
el
propósito es rebatir el punto de vista posmoderno y mostrar que esta
verdad es cierta y está fundada en absolutos sólidos. Y el máximo
absoluto que nos da la certeza es nada menos que un Dios personal que
nos invita a tener una relación con Él.
La
verdad no es un concepto abstracto que puede cambiar a medida que
cambian nuestras necesidades. La verdad habita en la persona de Dios,
cuya existencia y carácter es sólido, invariable y absoluto. La verdad
no es arbitraria; fluye de la naturaleza de Dios.
Toda
religión alternativa y todos los esfuerzos por crear la propia verdad
son ilusiones que no tienen realidad y así llevan inevitablemente a
callejones sin salida.
Mostraremos
que los absolutos son reales, que la verdad es válida y que la fe en
Dios no es un salto irracional en la oscuridad un una creencia
desesperada y sin esencia. Más bien, tal fe es absolutamente racional,
bien fundamentada, intelectualmente defendible y emocionalmente
satisfactoria. Usted no tiene que dejar su cerebro a la entrada de la
iglesia para ser creyente. Y no tiene que abandonar la felicidad de la
vida. Al contrario, el Dios de la creación es la única respuesta
completa y racional a las preguntas religiosas y filosóficas de la gente
y una relación personal con Él es la única fuente de felicidad real.
Incluso a medida que lo conduzcamos al fundamento de la verdad y le mostremos la racionalidad de la fe en Dios, veremos que son pocas las personas que llegan a creer por la pura razón.
Al parecer, la mayoría viene a Él a través del testimonio de alguien
que se preocupa por ellos y cuya vida irradia tal gozo y confianza que
los incrédulos desean tener lo mismo. Nunca debemos permitir que este
camino a la fe sea blanco de nuestro desdén. Algunos de los creyentes
más firmes, fuertes, seguros y dedicados que conocemos llegaron a ser
creyentes debido al testimonio de otro creyente, antes de descubrir el
fundamento racional de su fe.
Sin
embargo, hay muchas personas que no se decidirán a creen en Dios hasta
sentir el fundamento sólido de la verdad bajo sus pies.
Quienquiera
que usted sea, una persona atraída a Dios a través del testimonio de un
amigo o alguien probando “suerte”, esperamos que este libro le ayude a
ver que los fundamentos del cristianismo son firmes y sólidos.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR.
1. ¿Por qué es vital que la verdad preceda a la creencia?
2. ¿Cuáles
son los principios centrales de la verdad enseñadas por los movimientos
de la Ilustración, el Modernismo y el Posmodernismo?
3. ¿Puede el solo hecho de creer determinar la verdad? ¿Por qué si o por qué no?
4. ¿Puede la verdad ser verdad para una persona, pero no para otra? ¿Por qué si o por qué no?
5. ¿Qué puede pasar cuando la gente se enfoca en el hecho de creer, en lugar de enfocarse en lo que cree?
6. ¿Puede probarse la de Dios? ¿Por qué si o por qué no?
7. ¿Puede una creencia fuertemente sostenida y sin contenido satisfacer las necesidades reales? Esplique.