Preguntas Leccion 7


LECCION 7
1-   ¿Cómo se describe el fruto del Espíritu y como se relaciona con el carácter del Señor Jesucristo? ¿Qué principios o lecciones prácticas podemos aprender de esta relación?
Se describe el Fruto del Espíritu Santo como lo que se espera de los hijos de Dios en cuanto al carácter de ellos. Cuando expresamos dicho fruto las personas pueden ver en nosotros el carácter del Señor Jesucristo.
La primera gran lección es ser consientes que sin los inherentes contratiempos que todos vivimos, sin las tensiones y problemas, el fruto del Espíritu puede pasar totalmente inadvertido.
Es en medio de las dificultades y privaciones cuando más especialmente necesitamos el fruto del Espíritu. Permitiéndonos aun llevar a otros a los pies de Cristo.
Al exhibir el fruto del Espíritu, otros pueden ver en nosotros la imagen de Cristo. Romanos 8:29.



1-   ¿Cuál es la distinción entre los dones y el fruto del Espíritu? ¿Qué responsabilidad tiene el creyente con referencia a ambos? ¿Qué principios o lección práctica podemos aprender de esta enseñanza?
Cada creyente tiene por lo menos un don y es responsable de usarlo para edificación del cuerpo. Esto no quiere decir que no debemos evangelizar si no tenemos dicho don, sino que somos responsables por nuestros propios dones y no por los que no tenemos (o los que otros tiene).
Los dones son capacidades espirituales otorgadas de diferente manera en cada creyente y en cambio el fruto del Espíritu tiene que ver con la expresión del carácter cristiano (conforme a la persona del Señor Jesucristo). El fruto del Espíritu es lo que Dios espera de nosotros. Todos nosotros hemos de rendir fruto, al obrar en nuestras vidas la Palabra de Dios en el poder del Espíritu. El Espíritu Santo es la fuente y origen de todo el fruto de nuestras vidas
La Biblia nos dice que necesitamos que el Espíritu rinda frito en nuestras vidas porque no podemos producir piedad o santidad sin contar para ello con el Espíritu.
Deben suceder dos cosas en nuestras vidas:
La primera- debemos expulsar de nuestras vidas el pecado.
En Segundo lugar: el Espíritu Santo debe penetrar en nuestras vidas llenando nuestra existencia, para producir el fruto del Espíritu.
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros… vestíos… como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Colosenses 3: 5,12).
Al entregarnos a Él y solicitarle nos de su plenitud, no solamente penetra en nuestras existencias, sino que limpia nuestros corazones de toda maldad, nos impulsa a nuevas actitudes, a nuevas motivaciones, a nuevas devociones y a nuevas dimensiones de amor. Y nos fortalece para que la maldad no vuelva a entrar


2-   Lea el Salmo 1 y reflexione acerca del mismo. Evalúe lo que Billy Graham afirma acerca de la enseñanza del Salmo 1 con respecto al tema del fruto del Espíritu? ¿Qué piensa al respecto? ¿Qué principios o lección práctica podemos aprender?
El Salmo 1 se llama el justo y los pecadores.
Aquí vemos que llevar fruto, está directamente relacionado con el lugar que le damos a la Palabra de Dios. No solo leyéndola, sino meditando en ella.
El Espíritu Santo nos hace tomar conciencia de los pecados que deben ser perdonados y nos muestra el nivel que Dios quiere que alcancemos en nuestras vidas. Sin la palabra de Dios en nuestras vidas no habrá crecimiento espiritual permanentemente en nuestras vidas ni brindaremos frutos dignos de nuestra vocación.

3-   Lea Juan 15: 1-17 y reflexione acerca del mismo. ¿Qué relación hay con el tema del fruto del Espíritu? ¿En qué maneras especificas podemos aplicar las enseñanzas de este pasaje de las Escrituras?
Jesús la vid verdadera. Habla de nuestra relación con Él, pidiéndonos “permanecer” en Él, que es la única manera en que podemos dar frutos. Si permanecemos en Él y Él en nosotros, daremos muchos frutos, porque sin Él nada podemos hacer.
Debemos tener una intima y estrecha relación con Cristo y que nada se interponga en esta. Esto nos permite entender lo importante  de la oración disciplinada, los estudios bíblicos y la comunión con los demás creyentes.
Además que nos dice que sin Él no podemos rendir frutos espirituales.
Es posible que podamos ejercitar los dones del Espíritu Santo, aun cuando no estemos en comunión con el Señor, pero no podemos desplegar el fruto del Espíritu todo el tiempo, cuando la comunión con Cristo se ha visto interrumpida por el pecado.
He aquí la importancia de ser llenados con el Espíritu Santo y lo somos en medida en que permanecemos en Cristo.
Y el secreto de este permanecer es la obediencia, en tal medida fluirá el fruto del Espíritu en nuestras vidas, para la gloria del Padre y alimento y bendición a los demás.
No podemos dar el fruto por nosotros mismos.
Al permanecer obedientes en Cristo no se produce un cambio inmediato. Como todo aprendizaje tiene sus períodos y se lleva su tiempo. La madurez no es instantánea y puede que necesitemos podarnos o limpiarnos de toda impureza que exista e impida el fluir del Espíritu Santo en nuestra vida.
La mejor manera en que los hijos de Dios pueden someterse al proceso de la poda es estudiando la Biblia y aplicando sus enseñanzas a toda situación que se presente.

4-   Explique las divisiones que el texto sugiere para el fruto del Espíritu. ¿Hay otras divisiones posibles (o tal vez ninguna agrupación especifica)?
En el texto se agrupan la expresión de los nueve frutos en tres grupos.
En el primero están los que tienen que ver con nuestra relación con Dios.
En el segundo están los que tienen que ver con nuestra relación con otros.
En el tercer grupo están los que tienen que ver con nuestra relación interior o con nosotros mismos.
Pero en la Biblia no están separadas estas expresiones del fruto del Espíritu Santo y se relacionan unas con otras.
Estos grupos son una simple sugerencia para su estudio.

5-   ¿Cuál es el primer fruto del Espíritu en la numeración de los mismos? Evalúe el enfoque de Billy Graham y escriba por lo menos una manera práctica en la cual usted puede demostrar este fruto en cada uno de los siguientes lugares: su hogar, iglesia y lugar de trabajo.
El primer fruto del Espíritu es el Amor. Bien leemos en muchas partes de la Biblia que sin amor es mejor no hace nada. No los dones vienen a servir de algo si no se tiene amor. 1Corintios 13:1. Este capítulo nos enseña que es el amor y cuán importante es para Dios.
Gálatas 5:13, nos manifiesta la voluntad de Dios en servirnos los unos a los otros en amor.
Son muchos los versículos que hablan del amor con un ingrediente infaltable en la vida de todo creyente.

6-   Lea la definición del amor “agape” del Nuevo Diccionario de la Biblia provisto en el texto. Provea su propia definición concisa en una oración o dos.
El amor agape en griego se define como “la más elevada y noble forma de amor que en su objeto ve algo infinitamente precioso”.
El amor agape, es el amor de Dios “perfecto”. La mayor expresión de este amor ocurrió en la cruz, cuando Dios envió a Jesús, para que muriese por nuestros pecados.
Si bien no somos perfectos, nuestra meta debe ser la perfección.

7-   Lea el enfoque del texto acerca del gozo. Responda a las siguientes preguntas:
·        ¿Significa el gozo que el creyente nunca siente tristeza o que debe negar la existencia de emociones semejantes?
El gozo está por encima de la tristeza, esto quiere decir que aun en una difícil circunstancia que debamos afrontar y que nos cause dolor, también esta el gozo que nos eleva por encima de las circunstancias. Podemos contar con el gozo aun en medio de adversas y angustiosa circunstancias. No debemos sentirnos culpables o negar la tristeza, porque ello no se contrapone al gozo.
·        ¿Qué relación puede existir entre el gozo como expresión del fruto del Espíritu y las circunstancias externas?
Nuestro gozo espiritual no depende de las circunstancias. Así que no hay relación alguna entre estos. Es Dios quien nos da el Gozo del Espíritu, es Dios la fuente de este y no depende de nosotros. No solamente contamos con la fuente del gozo, sino que también contamos con la certeza que esta a nuestra entera disposición, permanentemente, sea cual fuere la circunstancia.
·        ¿Cómo puede afectar el pecado nuestra experiencia y expresión de dicha faceta del fruto del Espíritu?
Nos ayuda a comprender el gozo, la actitud de saber que sea lo que sea, lo que estamos viviendo, es su santa voluntad. Pero el pecado nos separa de cualquier manifestación del Espíritu Santo y esto lo vimos sobre “apagar el Espíritu”. Los pecados deliberados apagan el Espíritu Santo. Cuando criticamos, cuando actuamos despiadadamente, cuando minimizamos el trabajo de los demás con palabras desconsideradas.
·        Escriba entre dos y tres principios o lecciones para la vida cristiana.
-Si estamos con Dios y Dios está con nosotros, es fácil aceptar su voluntad agradable y perfecta y de esta manera los problemas son circunstancias que en nada influyen en el gozo.
-La única fuente de gozo es Dios.
-El gozo está disponible permanentemente para todos los cristianos.

8-   Lea lo que el texto dice acerca de la paz como faceta del fruto del Espíritu. Responda a las siguientes preguntas:
·        ¿Significa la paz que el creyente nunca debe sentir ansiedad o negar la existencia de emociones semejantes?
La paz conlleva la idea de unidad, consumación, de reposo, tranquilidad y seguridad.
“Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti a confiado!.
Isaías 26:3.
Cuando caemos en la debilidad de preocuparnos, le negamos a nuestro Guía el derecho de guiarnos en paz y en confianza. Solamente el Espíritu Santo nos puede dar paz en medio de tormentas, de la inquietud y desesperación.
·        ¿Qué relación puede existir entre la paz como expresión del fruto del Espíritu y las circunstancias externas?
Así como el gozo no depende de las circunstancias externas, la paz tampoco.
No debemos contristar a nuestro Guía, entregándonos a la desesperación o dándole mucha importancia al “yo”.


·        ¿Cómo puede afectar el pecado nuestra experiencia y expresión de dicha faceta del fruto del Espíritu?
Dios nos dio el perdón de pecados y con esto toda deuda esta saldada. Nos dio la paz para siempre y no como una simple tregua en una guerra.
Pero Jesucristo no solo nos liberó de la esclavitud y de la guerra. Posibilitó una nueva etapa: Paz en nuestros corazones aquí y ahora, paz que sobrepasa el entendimiento humano. No debemos mirar al fruto sino a la fuente. No es nuestra paz, sino la suya.
“Mi paz os doy: yo no os la doy como el mundo la da”.
Juan 14:27.
9-   Evalúe su propia vida espiritual a la luz de la enseñanza acerca de estos primeros tres ejemplos del fruto del Espíritu Santo. Escriba tres maneras en las cuales dichas características pueden llegar a ser más evidentes en su vida personal y en la iglesia.
Aun que nos cuesta en un principio aprender a descansar confiados en la voluntad de Dios, muy posiblemente agravada por lo que recibimos “del mundo”, es importante aprender a mirar a Dios y no dejarnos llevar del desespero que muchas circunstancias nos puedan ocasionar.
No hay manera alguna de que un Cristiano no viva según la voluntad de Dios y siempre será agradable y perfecta.
El único impedimento para no gozar de los frutos del Espíritu Santo es el pecado, pera la solución está en nuestras manos, ya que solo debemos confesarlo y arrepentirnos.